Introducción
Lynn Hoffman, en su gran libro «Fundamentos de la Terapia Familiar», señala que hubo 5 terapeutas familiares en la historia a los que se les podría llamar «Los Grandes Originales», puesto que, además de comenzar a atender familias completas aún cuando esto era considerado una especie de «herejía» para el enfoque dominante de la primera mitad del S. XX (el psicoanálisis, por su puesto), tenían resultados muy exitosos como producto de su «intuición», su agudeza o su «olfato clínico», sin contar con teorías o metodologías desarrolladas en las que se pudieran haber basado para su trabajo .
Además, estos grandes terapeutas sirvieron como referente para las futuras generaciones de terapeutas familiares y sentaron las bases para el desarrollo de los diferentes modelos de terapia familiar que conocemos hoy en día.
A continuación, haremos una pequeña revisión de cada uno de ellos.
Virginia Satir
El lugar único de Virginia Satir en el movimiento de la Terapia Familiar se extiende más allá de la terapia, a la esfera más amplia del Movimiento de la Educación Humanista.
Su capacidad para identificar los sistemas familiares disfuncionales y su atención a las discrepancias comunicativas y a la diferenciación fueron un rasgo distintivo de su trabajo. Satir era conocida por su capacidad para reestructurar situaciones negativas en positivas, así como por su habilidad para desenredar a los individuos de las trampas de la comunicación en las que quedaban atrapados. Tenía, además, un talento extraordinario para conectar con la gente: en lugar de ser hostil y desaprobadora, mostraba con sus clientes su decepción y su dolor cuando las cosas no iban bien, así como su esperanza por que las cosas mejoraran.
El trabajo de Satir en Terapia Familiar se ejemplifica en su capacidad para descubrir la ira y el castigo ocultos dentro de las familias. Su preocupación última siempre fue el individuo, lo que la llevó a interesarse por el movimiento del potencial humano. Aunque en los últimos años de su vida se dedicó a trabajar con grandes grupos, su legado en terapia familiar perdura a través de sus escritos y de los terapeutas a los que enseñó.
Nathan Ackerman
Nathan Ackerman fue una figura de renombre en el campo de la terapia familiar. Utilizaba un enfoque único que consistía en desafiar e intervenir (muchas veces de manera provcativa y hasta escandalosa) en la vida de las familias para provocar el cambio.
A través de sus demostraciones clínicas (muchas de las cuales quedaron registradas en video), Ackerman demostró una aguda comprensión de la dinámica oculta dentro de las familias. Es también muy conocido por utilizar su presencia personal para facilitar la transformación. Creía en la importancia de abordar las estructuras familiares disfuncionales e influyó en el desarrollo del enfoque estructural de la terapia familiar. Este enfoque se centra en la interacción y organización dentro de las familias para abordar los síntomas. El estilo provocador y de confrontación de Ackerman pretendía intervenir en la estructura disfuncionl de las familias (situación que puede deducirse de sus demostraciones, aunque nunca reconoó explícitamente que ese fuera su objetivo) e inducir el cambio.
En un ejemplo, desarmó a una madre que acudió a terapia con la intención de culpar a su marido de sus problemas conyugales. Mediante sus intervenciones, Ackerman cambió la dinámica de poder dentro de la pareja (en la que la mujer ocupaba una posición superior y el marido una inferior, lo cual al parecer era uno de los factores detrás de sus problemas sexuales) y creó una atmósfera más equilibrada y humorística. Su trabajo hizo hincapié en los aspectos políticos y organizativos de las familias, destacando la importancia de reestructurar las relaciones para alcanzar un estado más «normativo».
Carl Whitaker
Carl Whitaker (quien se definía a sí mismo como un «terapeuta del absurdo»), fue un reputado terapeuta conocido por utilizar técnicas poco convencionales y provocativas en terapia. Creía en traspasar los límites y desafiar el pensamiento tradicional para provocar un cambio en sus clientes. Whitaker empleaba tácticas como el humor, la indiferencia y la creación de escenarios sin salida para alterar los patrones y provocar reacciones en sus clientes.
Según Whitaker, la terapia debe ser un juego en el que él pone las reglas, y el paciente debe participar plenamente y «capturarlo» para que sea eficaz.. El enfoque de Whitaker pretende romper viejas pautas de pensamiento y comportamiento mediante el absurdo, de forma similar al concepto de koans de la filosofía zen.
Las técnicas de Whitaker pueden parecer poco ortodoxas, pero han demostrado su eficacia para ayudar a las familias a superar sus problemas. Su enfoque orilla a los clientes a tener nuevas experiencias y adquirir nuevas perspectivas, lo que conduce al cambio. La metodología única de Whitaker le ha granjeado la reputación de cambiar las reglas del juego en el campo de la terapia, y su legado sigue inspirando a nuevas generaciones de terapeutas para que piensen de forma creativa y amplíen los límites de sus prácticas.
Milton Erickson
Milton Erickson, conocido por su hipnosis experimental, es también considerado como uno de los fundadores de la terapia familiar. Se destaca su técnica de «fomentar la resistencia» y utilizar directivas paradójicas.
Afortunadamente, el registro de los casos atendidos por Milton Erickson es amplio, lo que nos da la posibilidad de estudiar sus tácticas.
La terapia de Erickson es poco orotdoxa, y uno de sus rasgos distintivos principales es que trata de influir directamente en el cliente para conducirlo a un cambio. Para este fin, Erickson se vale de la comunicación hipnótica, d prescripciones comportamentales o de cualuier cosa que ayude al cliente a modificar su comportamiento y/o a pensar de manera diferente sobre su problema. Su enfoque no se detiene en el pasado ni analiza las causas subyacentes del problema, sino que es un enfoque completamente orietado al cambio.
Al presentar el trabajo de Erickson en «Fundamentos de la Terapia Familiar», Hoffman se lamenta de que el interés despertado por Erickson hasta esas fechas (1981) se enfocaran sobre todo en su gran talento y en la manera «misteriosa» en la que lograba ayudar a sus pacientes. Como si tales habilidades estuvieran reservadas únicamente a terapeutas superdotados o a personas excepcionales. Sin embargo, desde ese entonces es mucho lo que se ha avanzado en la comprensión del trabajo de Erickson, sobre todo a través del trabajo de Jeffrey Zeig, uno de sus principales discípulos, o de Dan Short, quien ha elaborado un estudio meticuloso sobre el trabajo de Erickson en cuanto a su forma de hacer terapia se refiere.
Don D. Jackson
Jackson y sus colegas del Mental Research Institute se interesaron fuertemente por el fenómeno de los patrones de comportamiento recurrentes en las familias que se correlacionaban con los síntomas. Jackson creía que alterar un elemento del patrón podía alterar también el síntoma familiar.
Además, exploró el concepto de doble vínculo y se preguntó si podría utilizarse de manera terapéutica. Entre los ejemplos de doble vínculo terapéutico figuraban un adolescente cuyos padres temían que fuera homosexual y una mujer con migrañas crónicas, los cuales abordaremos en posts separados en este blog. Así, el trabajo de Jackson se centró en crear dobles vínculos terapéuticos para promover el cambio en las familias.
Jackson también exploró la idea de prescribir el síntoma; es decir, animar a los pacientes a continuar con su conducta problemática para romper patrones y desafiar sus creencias. El trabajo clínico de Jackson hizo hincapié en la complejidad de los sistemas familiares y en la necesidad de enfoques multidimensionales de la terapia. También introdujo el concepto de «consecuencias negativas del cambio» para desafiar a las familias a considerar qué problemas surgirían si el paciente identificado mejorara.
Los colegas de Jackson siguieron desarrollando estas técnicas terapéuticas tras su muerte, en 1968.
Conclusiones
La mayoría de los enfoques de Terapia Familiar han surgido o se han visto fuertemente inspirados por el trabajo de estos 5 grandes terapeutas. Por ejemplo, la Terapia Familiar Estructural en Nathan Ackerman, la Terapia Breve de Resolución de Problemas en Don D. Jackson, por nombrar algunos.
Por esta razón, resulta interesante revisar a fondo el trabajo de cada uno de estos pioneros de la terapia familiar. La revisión de su trabajo no solo resulta inspiradora, sino que nos permite tener una visión de su trabajo menos mediada por estructuras conceptuales.
En posteriores post de este blog revisaremos más a fondo el trabajo de cada uno de ellos.